“La filosofía como condición humana derivada de la filosofía posmoderna”
Introducción
Este trabajo es un espacio
dedicado al análisis y comentarios de la condición humana derivada de la
filosofía posmoderna. En él se tratan los pensamientos de los principales
filósofos posmodernos, y sus
características. Se identifica a la
posmodernidad como un proceso significativo de la transformación cultural y
social de la humanidad, dándole un enfoque tanto teórico como práctico en el
contexto de la sociedad actual. Al final del trabajo se anexan reflexiones
personales donde se exponen posturas en relación con las creencias y principios
propios de cada persona de una manera respetuosa y autónoma.
La posmodernidad
Día a día inmersos en una serie
de proyectos incomprendidos e ignorados por la mayoría de las personas, vivimos
la Posmodernidad, la cual es una
corriente de pensamiento que sostiene que la modernidad ha caducado o
fracasado, y que sus doctrinas son meros relatos utópicos, que en lugar de un
“pensamiento fuerte” sostenido en la creencia de una razón universal surge un
pensamiento débil sustentado en el
relativismo y subjetivismo. La noción de
posmodernidad, históricamente, surgió en el mundo hispano en los años treinta
del siglo XX, una generación antes de su aparición en Inglaterra y Estados
Unidos de América. Se le atribuye a Friedrich Onis la introducción de este
término, el cual lo empleaba para describir un reflujo conservador dentro del
modernismo.
La posmodernidad pone en tela de
juicio los postulados de la modernidad. Se observa un rompimiento con la razón y
la idea del progreso material y técnico. También una desilusión y cambio por
los valores universales, por los principios éticos.
Vemos entonces como la posmodernidad
expresada, es el resultado actual que rechaza el concepto de totalidad. El todo
es una ficción abstracta, lo único verdadero son las partes. No hay lazos
comunes ni verdades objetivas y universales válidas para todo el mundo,
únicamente la perspectiva individual de cada sujeto. Se piensa que no hay un
solo punto de vista supremo, comprensivo, capaz de unificar todos los hechos y
advierte la posibilidad de verdades relativas y la exaltación de las minorías
como portavoces de la verdad.
Lyotard menciona que en estos
tiempos vivimos de un relajamiento (un espíritu posmoderno) en el arte, en la
política, la filosofía, la literatura, etc. A su vez los grandes mitos o
metarrelatos (la epistemología, la metafísica y la filosofía de la historia) se
han acabado, muestran su decadencia y su muerte.
Gran parte de estas ideas son
entrevistas desde la temprana Posmodernidad con Nietzsche y Heidegger, ellos
son vistos como los grandes precursores de este pensamiento estabilizador y
crítico de la Modernidad. En el desarrollo de la posmodernidad abordamos
pensadores como Gianni Vattimo con su pensamiento débil y Jean-Francois Lyotard
con el progreso material y la razón instrumental.
PRECURSOR DE LA
POSMODERNIDAD
Friedrich Nietzsche
(1844-1900)
Nació en Roe Ken (Sajonia). Estudio filología en las Universidades de Bonn y Leipzing. Se desempeño como profesor de Basilea desde 1870 hasta 1878. En 1881 comenzó a padecer perturbaciones mentales que no lo abandonaron hasta su muerte, cultivó amistad con personajes como Rhode, Wagner, Bachofe, y Burchhardt.
En el desarrollo de sus
concepciones filosóficas de Nietzsche se advierten, en general, tres etapas:
1.
En un primer período de carácter romántico tiene
la influencia de Arthur Schopenhauer y Richard Wagner. Escribe el Origen de la
tragedia (1872) y Consideraciones Intempestivas (1876).
2.
En una segunda etapa se aleja del ideal
romántico para perfilarse como un investigador y conductor de la cultura
humana. Destacan en este período obras como: Humano, demasiado humano (1870)
Aurora (1881), La gaya ciencia (1882) y Pensamiento sobre prejuicios morales
(1881).
3.
En su última etapa de pensamiento surge su obra
magistral: Así hablaba Zaratustra (1883) y otras obras tales como: Más allá del
bien y del mal (1889), Genealogía de la moral (1887), El ocaso de los ídolos
(1883), El anticristo (1888), y La voluntad del poder (1888). Es en esta etapa
de su producción filosófica y literaria donde el filósofo alemán anuncia un
nuevo ideal de la existencia humana encarnada en el superhombre, así como la
transmutación o cambio radical de todos los calores generalmente aceptados.
Biografía
Friedrich Wilhelm Nietzsche nació
el 15 de octubre de 1844 en Röcken, hijo de Carl Ludwig (1813-1849) y Franziska
Oehler (1826-1897). La temprana muerte de su padre, pastor obliga a la familia
a abandonar la casa en que residían trasladándose en 1849 a Naumburgo. Allí
vivirá con su madre, su hermana Elisabeth, su abuela Erdmuthe y dos tías,
Auguste y Rosalie, realizando sus primeros estudios en el instituto
("Gymnasium") local, entre 1854 y 1858.
En 1858 ingresa en el internado
de Pforta en el que se observaba un régimen estricto y tradicional, donde
permanecerá hasta 1864. En esta época se desarrolla su admiración por el genio
griego, leyendo sobre todo a Platón y Esquilo, así como por la música y la
poesía, siendo un admirador de Hölderlin, realizando entonces sus primeros
ensayos como poeta y músico, tanto respecto a la composición, (Allegro para
piano, Phantasie for piano, Miserere, entre otras), como a la interpretación,
llegando a ser considerable su habilidad al piano. Por lo demás, comienzan los
problemas de salud de Nietzsche, sufriendo en numerosas ocasiones intensos
dolores de cabeza que podían llegar a durar varios días.
En 1864 ingresa en la universidad
de Bonn. El Departamento de Filología de Bonn gozaba entonces de gran
reputación con Otto Jahn y Friedrich Wilhelm Ritschl, quienes mantenían un
larvado desacuerdo que estallaría al año siguiente, trasladándose Wilhelm
Ritschl a la Universidad de Leipzig. Nietzsche se traslada también en 1865 a
dicha universidad, donde permanecerá hasta 1869, siguiendo los pasos de su
maestro Ritschl, continuando en ella los estudios filológicos bajo su
dirección, llegando a ser su discípulo predilecto.
La lectura de Schopenhauer y el
abandono definitivo del cristianismo coinciden con su actividad como filólogo,
publicando varios trabajos en el "Rheinisches Museum" por los que
obtiene un gran prestigio entre los especialistas. En 1869 la Universidad de
Basilea le ofrece la cátedra de Filología, ante los informes favorables
recibidos por su profesor Ritschl, y antes incluso de haber obtenido el grado
de Doctor, cátedra que Nietzsche ocupa en mayo de ese mismo año.
De 1869 a 1879 Nietzsche
permanecerá en Basilea, desarrollando su actividad como profesor. En 1872
pública "El origen de la tragedia", obra muy mal recibida en los
medios académicos y criticada virulentamente por algunos especialistas en
filología clásica; algunos de sus amigos, no obstante, salen en su defensa,
como Erwin Rhode; y otros, como Wagner, por ejemplo, la celebran con
entusiasmo. Pese a ello, su prestigio entre los filólogos mermará
considerablemente.
Entre los años 1873 y 1876
publica las "Consideraciones intempestivas", en las que crítica a
David Strauss y el historicismo, en las dos primeras, y alaba a Schopenhauer y
Wagner, en las dos últimas.
En 1879, probablemente por
problemas de salud, renuncia a su cátedra en la universidad de Basilea, y
comienza un período que durará diez años caracterizado por el constante viajar
de Nietzsche por Suiza, Italia y Alemania, así como por la efervescencia
creativa que le conduce a la elaboración de la mayor parte de su obra. En 1881
residirá fundamentalmente en Génova y Sils-Maria, pequeña localidad de los
Alpes suizos donde Nietzsche intuirá las principales ideas de su filosofía
futura, como la del eterno retorno y la de la voluntad de poder.
Autor de obras como: Así habló Zaratustra (1883-1885), Más allá del bien y del mal (1886), La genealogía de la moral (1887), El crepúsculo de los dioses (1888), El Anticristo (1888), Ecce Homo (1889) y La voluntad de poder (1901).
Creía que los valores tradicionales habían perdido su poder en las vidas de las personas, lo que llamaba nihilismo pasivo. Lo expresó en su proclamación "Dios ha muerto". Convencido que los valores tradicionales representaban una "moralidad esclava", una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentaban comportamientos como la sumisión y el conformismo porque los valores implícitos en tales conductas servían a sus intereses.
Proclamó el imperativo ético de crear valores nuevos que debían reemplazar los tradicionales, y su discusión sobre esta posibilidad evolucionó hasta configurar su retrato del hombre por venir, el 'superhombre' (übermensch). Las masas (a quien denominaba "rebaño" o "muchedumbre") se adaptan a la tradición, mientras su superhombre utópico es seguro, independiente y muy individualista. El superhombre siente con intensidad, pero sus pasiones están frenadas y reprimidas por la razón. Centrándose en el mundo real, más que en las recompensas del mundo futuro prometidas por las religiones en general, el superhombre afirma la vida, incluso el sufrimiento y el dolor que conlleva la existencia humana. Su superhombre es un creador de valores, un ejemplo activo de "eticidad maestra" que refleja la fuerza e independencia de alguien que está emancipado de las ataduras de lo humano "envilecido" por la docilidad cristiana, excepto de aquellas que él juzga vitales. Sostenía que todo acto o proyecto humano está motivado por la "voluntad de poder". No tan sólo el poder sobre otros, sino el poder sobre uno mismo, algo que es necesario para la creatividad. Al concepto de superhombre se le reprochó ser el fruto de un intelectual que se desenvuelve en una sociedad de amos y esclavos y ha sido identificado con las filosofías autoritarias.
Creía que los valores tradicionales habían perdido su poder en las vidas de las personas, lo que llamaba nihilismo pasivo. Lo expresó en su proclamación "Dios ha muerto". Convencido que los valores tradicionales representaban una "moralidad esclava", una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentaban comportamientos como la sumisión y el conformismo porque los valores implícitos en tales conductas servían a sus intereses.
Proclamó el imperativo ético de crear valores nuevos que debían reemplazar los tradicionales, y su discusión sobre esta posibilidad evolucionó hasta configurar su retrato del hombre por venir, el 'superhombre' (übermensch). Las masas (a quien denominaba "rebaño" o "muchedumbre") se adaptan a la tradición, mientras su superhombre utópico es seguro, independiente y muy individualista. El superhombre siente con intensidad, pero sus pasiones están frenadas y reprimidas por la razón. Centrándose en el mundo real, más que en las recompensas del mundo futuro prometidas por las religiones en general, el superhombre afirma la vida, incluso el sufrimiento y el dolor que conlleva la existencia humana. Su superhombre es un creador de valores, un ejemplo activo de "eticidad maestra" que refleja la fuerza e independencia de alguien que está emancipado de las ataduras de lo humano "envilecido" por la docilidad cristiana, excepto de aquellas que él juzga vitales. Sostenía que todo acto o proyecto humano está motivado por la "voluntad de poder". No tan sólo el poder sobre otros, sino el poder sobre uno mismo, algo que es necesario para la creatividad. Al concepto de superhombre se le reprochó ser el fruto de un intelectual que se desenvuelve en una sociedad de amos y esclavos y ha sido identificado con las filosofías autoritarias.
En 1889 su salud, que ya le había
dado motivos de preocupación en los años "errantes", empeora
bruscamente, comenzando a manifestar síntomas de desequilibrio mental. Morirá
en agosto de 1900, habiendo alcanzado una considerable fama y ejerciendo un
notable influjo que se dejará sentir en el desarrollo del pensamiento posmoderno.
Respuestas
La influencia de Nietzsche en la
posmodernidad señala varias aportaciones las cuales son: La proclamación de la
muerte de Dios que significa, asimismo, la muerte de la razón y de la
metafísica, también designó el
advenimiento del superhombre, del hombre nuevo que está más allá del bien y del
mal y transmutación o cambio radical de todos los valores generalmente
aceptados.
Así, Nietzsche se puede decir que
paso por tres etapas filosóficas las cuales consisten en un primer período con el
carácter romántico, después se perfila en el ámbito de la investigación y en la
conducción de la cultura humana, y por
último en el nuevo ideal de la existencia humana encarnada en el superhombre y
su ya mencionada transmutación de los valores.
Nietzsche denomina un nihilismo
estático en el que los antiguos sentidos de la religión, la fe, la felicidad,
la filosofía, la sabiduría, etc. ya no tienen significación porque todo se
supera, envejece, agoniza y finalmente muere, es una inexistencia de principios
y de significado hacia la totalidad, hacia los fundamentos antiguos.
Ejemplos de ello lo podemos
encontrar en la filosofía histórica donde se concebía al ser como un ser
estático, único y eterno de los metafísicos, en el estatismo del ser, es decir, "el espíritu puro", y el
"bien en sí” de parte de Platón." La moral como valor supremo en
todas las fases de la filosofía y la metafísica como ciencia suprema que ocupa
de los primeros principios y causas últimas.
Los valores supremos para Nietzsche son la fortaleza, los impulsos
vitales y la voluntad de dominio, estos comparados con los valores actuales de
los jóvenes podemos decir que son representativos de la idea de Nietzsche, como
es el caso de la fortaleza, los jóvenes comparten una gran fuerza, muchas ganas
de vivir. En cuanto a los impulsos vitales los jóvenes suelen ser impulsivos,
no piensan antes de actuar, se dejan llevar por sus instintos. La voluntad de
poder se representa en la imposición que expresan, y el querer tener siempre la
razón, imponer sus ideas y creer que esa es la verdad.
Para Nietzsche, la muerte de Dios,
significa la muerte de la razón y de la metafísica, lo cual indica el declive
de la cultura del hombre moderno de todas las religiones ideológicas.
En la concepción de la verdad y
la mentira de Nietzsche subyace la idea posmoderna de los metarrelatos, porque
según los filósofos posmodernos, los metarrelatos se refieren a teorías y
doctrinas modernas sustentadas en supuestas verdades universales y valores
trascendentes o metafísicos, y a lo que se dice verdadero viene siendo según
Nietzsche una hueste de movimiento de metáforas, metonimias, y antropomorfismo.
Los cuales están en contra de los ideales posmodernos y de un relativismo
verídico, porque al decir que existe la verdad, consecuentemente se piensa
acerca de la existencia de la mentira, de manera análoga podemos ilustrar que
el pensamiento moderno sienta sus bases en absolutismo como blanco y negro y
descarta los grises que toma muy en cuenta el posmodernismo.
La filosofía de Nietzsche entraña
un vitalismo, debido a que se expresa en principios de una nueva valoración; la
formación de una nueva lógica para la vida y veía a la vida humana como un
hecho fundamental.
Para él, la transmutación de
valores consiste en la inversión de los valores de moral tradicional a la del
superhombre. Es decir, se refiere a un cambio radical y profundo de los
valores. Los valores que en un tiempo imperaron serán cambiados por otros
completamente nuevos.
Las diferencias entre nihilismo
pasivo y activo son las siguientes:
Nihilismo Pasivo: Es el estado de decadencia, que se caracteriza por un desprecio a la
vida como voluntad de poder.
Nihilismo Activo: Señala que la capacidad para aceptar este mundo con todas sus limitaciones como única posibilidad de desarrollo humano.
Nihilismo Activo: Señala que la capacidad para aceptar este mundo con todas sus limitaciones como única posibilidad de desarrollo humano.
Otra idea destacada del
pensamiento nietzscheano es la del “eterno retorno”. Según la cual la vida y la
historia es un ciclo en el que todo habrá de repetirse. En efecto según el
eterno retorno los momentos vividos y las diversas situaciones se habrán de
repetir. El medio para llevar la doctrina es la transmutación de todos los
valores. Esta doctrina se asemeja a las religiones donde se cree que existe una
reencarnación del ser, la cual es la creencia consistente
en que la esencia individual de las personas (ya sea mente, alma, conciencia o energía)
adopta un cuerpo material no solo una vez sino varias según va muriendo. Todas
las religiones llamadas dhármicas (con
origen en el hinduismo) afirman que la reencarnación existe en un ciclo sin
fin (rueda del karma).
EL SENTIDO DEL SER
Nació el 26 de septiembre de 1889
en Messhirch, pequeño poblado rural del país de Bader, al sureste de Alemania.
Su familia profesaba el catolicismo. En e1903 ingresa a Liceo Clásico de
Constance. En 1906, se inscribe al de Friburgo, en Brisgau, donde termina sus
estudios secundarios. Más tarde estudia filosofía en la universidad de Friburgo
donde fueron sus maestros filósofos como Rickert y Husserl. En 1914, al
estallar la Primera Guerra Mundial, Heidegger se doctora en filosofía con la tesis
“La doctrina de las categorías y de la significación en Dus Escoto”.
En 1923 es nombrado profesor
titular en Marburgo y en 1929 sucede a Edmund Husserl, su antiguo profesor y
creador del método fenomenológico, en la cátedra de filosofía de Friburgo y al
hacerlo pronuncia una lección inaugural con el tema ¿Qué es metafísica? Ese
mismo años se publica su ensayo sobre la esencia del fundamento y su obra Kant
y el problema de la metafísica.
Su indiscutible preeminencia
dentro de la filosofía continental se ha visto marcada siempre por la polémica,
sobre todo la de su adhesión al régimen nacionalsocialista, manifestada en el
discurso que pronunció en la toma de posesión de la cátedra en la Universidad
de Friburgo (1933). La renuncia a la cátedra, muy poco después de ocuparla, no
evitó que en 1945 fuera destituido como docente en Friburgo, tras la ocupación
de Alemania por los aliados.
Sólo en el año 1952 se reincorporó, si bien su
actividad académica fue ya mucho menos constante. Aunque recibió de algunos de
sus discípulos, como Marcuse, la sugerencia insistente de que se retractara
públicamente de su discurso de 1933, el filósofo desestimó el consejo y nunca
quiso dar explicaciones. Si bien para algunos es imposible abordar su obra sin
reservas, la mayoría de filósofos y estudiosos actuales prefieren tomar el
trabajo de Heidegger en su sentido estrictamente filosófico, que no resulta
menos controvertido. Desde la filosofía analítica, su obra ha sido criticada
con dureza, sobre todo por Carnap. Pero el pensamiento heideggeriano también ha
suscitado adhesiones entusiastas: así, la filosofía francesa de las décadas de
1960 y 1970 (Derrida, Lévinas, Ricoeur) admiró la capacidad de precisión de su
lenguaje, así como su aportación al discurso humanístico.
La obra de Heidegger suele
entenderse como separada en dos períodos distintos. El primero viene marcado
por Ser y tiempo, obra que, pese a quedar incompleta, plantea buena
parte de las ideas centrales de todo su pensamiento.
En la segunda etapa de su
pensamiento, el filósofo estudia la historia de la metafísica como proceso de
olvido del ser, desde Platón, y como caída inevitable en el nihilismo (cuando
se piensa el ente tan sólo, éste termina por aparecer vacío). En sus últimas
obras, realiza un acercamiento al arte como lugar privilegiado donde se hace
presente el ser. Para Heidegger, se hace también necesario rehabilitar los
saberes teórico-humanísticos, a fin de mostrar que lo que constituye a todo
hombre en cuanto tal no es su capacidad material de alterar el entorno, sino la
posibilidad que tiene de hacer el mundo habitable: el hombre debe comprender
que no es «el señor del ente sino el pastor del ser» y que «el lenguaje es la
casa del ser». Antes que la técnica, el lenguaje, y en general la conciencia
(la capacidad de interrogarse del Dasein), son los dos elementos que
constituyen al hombre en cuanto existente o, lo que es lo mismo, en cuanto
hombre.
Respuestas
Discípulo de Edmund Husserl,
adoptó su método fenomenológico que expresa en el principio volver a las cosas
mismas, a su esencia, frente a todo tipo de cuestiones sólo aparentes y nada
rigurosas. A esta forma de pensar, Heidegger incorpora el elemento de una
hermenéutica o interpretación que permita justamente interpretar las
condiciones de posibilidad de los fenómenos.
La obra fundamental de Heidegger es “El ser y el
tiempo” la cual publicó en febrero de 1927. Cabe señalar que esta obra quedó
inconclusa, pues sólo llegó a salir la primera parte ya que los resultados
obtenidos en ella (dedicada al análisis del ser ahí o del hombre) impedían
tratar la segunda que retomaría el problema del ser en general, verdadero
meollo y punto de partida de la filosofía de Heidegger.
En esta obra se interesaba
primordialmente en la investigación del sentido del ser en general. Ya que él
no se consideraba propiamente como un existencialista, pues su preocupación
fundamental no era la existencia humana sino el sentido del ser en general.
Heidegger no se considera
propiamente como un existencialista debido a que el existencialismo es una
serie de doctrinas que coinciden en sostener que primero es la existencia y
después la esencia. Menciona que el hombre comienza por existir y después se
define de acuerdo a sus elecciones y proyectos, aspecto un tanto deferente a la
idea de Heidegger, el cual se preocupa por el sentido del ser en general y no
sobre la existencia humana.
La tarea fundamental de la
filosofía consiste según Heidegger en aclarar y dilucidar el sentido del ser.
Según Heidegger la filosofía era
diferente entre las demás ciencias, debido a que la filosofía estudia el ser
del siendo, y las ciencias se encargan del siendo solamente, es decir no acepta
una concepción que subordine a la filosofía a las ciencias particulares, ya que
la filosofía tiene un dominio y prevalencia en cuanto a la investigación del
ser en general.
La importancia del Dasein:
Es el “ser ahí”, el ser humano concreto y finito, situado, arrojado en el mundo sin justificación alguna. El dasein es la existencia, la realidad humana, el estar siendo, el cual es más importante sobre los demás entes o seres porque en el curso de su comprensión abre, se revela la realidad del Ser. El hombre o dasein no es el ser, sino el medio a través del cual se da o se abre el ser; así, el hombre es “custodio” o “pastor del ser”. Lo que significa que el hombre controla su ser.
Es el “ser ahí”, el ser humano concreto y finito, situado, arrojado en el mundo sin justificación alguna. El dasein es la existencia, la realidad humana, el estar siendo, el cual es más importante sobre los demás entes o seres porque en el curso de su comprensión abre, se revela la realidad del Ser. El hombre o dasein no es el ser, sino el medio a través del cual se da o se abre el ser; así, el hombre es “custodio” o “pastor del ser”. Lo que significa que el hombre controla su ser.
Heidegger como muchos otros
filósofos existencialistas, distingue dos modos de existencia: la inauténtica y
la auténtica. La existencia inauténtica consiste en entretenerse con las cosas,
en placeres estéticos, y un olvidar de la tragedia de la existencia. La auténtica, en cambio, es un abrasarse de
la fragilidad del existir y de la angustia que provoca, una presencia constante
del destino último de la existencia: la nada, a través de la muerte.
Para él la muerte llega ser de suma importancia, pues
declara que es la posibilidad extrema e inevitable en la que el ser ahí llega a
existir de forma autentica. La muerte es, en fin, la posibilidad invencible.
La muerte es intransferible en la
existencia humana debido a que la muerte es la posibilidad más auténtica de la
existencia, es el fin que nos hace saber que existimos, y es intransferible
porque alguien no puede morir por mí para que yo no muera. La posibilidad de
morir es tan propia y exclusiva que el hombre concreto, que impide toda
relación con otros seres, la muerte aísla. Heidegger de los tres éxtasis del
tiempo: presente, pasado y futuro, le da preferencia al devenir. El tiempo
existencial es una vivencia real que comienza por visualizar algo en el futuro
para situar este proyecto, en lo posible, en el presente, de ahí la importancia
del futuro para al autor de El ser y el tiempo.
PENSAMIENTO DÉBIL
Gianni Vattimo
Nace en 1936 en la ciudad de
Turín, Italia. Ha escrito obras como: El concepto del hacer en Aristóteles,
Ser, historia y lenguaje en Heidegger; Scheleiermacher, filósofo de la
interpretación; El sujeto y la máscara; Nietzsche y el problema de la
liberación; Las aventuras de la diferencia; Más allá del sujeto; Nietzsche,
Heidegger y la hermenéutica; El fin de la modernidad; La sociedad transparente;
Ética de la interpretación; Más allá de la interpretación y Creer creer.
Este filósofo posmoderno analiza
la modernidad a partir de Nietzsche y Heidegger, utilizando conceptos tales
como la idea de la muerte de Dios y del final de la metafísica.
Vattimo nació en la era de
los nacionalismos, en la época del desplome de la
corriente de pensamiento llamada metafísica, la era del horror ante el
maquinismo irracional, los campos de concentración, y la bomba atómica. Turín,
su lugar natal, es una ciudad italiana marcada por la influencia de Nietzsche,
a quien había dado alojamiento y donde le sobrevino el ataque que cesó su
producción filosófica. Ese contexto fue su hogar para el estudio de la filosofía,
cuyos estudios luego completó en Heidelberg,
cuya impronta lo introdujo a la filosofía de Gadamer,
sólo bajo cuyo diálogo y honesta rebeldía tiene sentido la obra de lo que hoy
son cuarenta años de infatigable trabajo filosófico. Profesor de Estética en la
Universidad de Turín desde muy joven, ya en 1961 publicaba El concepto de producción en Aristóteles.
Con un fuerte acento de la influencia de Gadamer, publica dos años
después Ser, esencia y lenguaje
en Heidegger y, continuando con sus estudios estéticos en la misma
orientación, en 1967 publicó Poesía y Ontología.
Varios de sus últimos textos
tratan el tema de la religión, entre ellos Creer que se cree, de 1996, Después de la cristiandad, de 2002 y El futuro de la religión, ésta última
del 2005.
El trágico sentido de la era postmetafísica es reencontrado por Vattimo en
relación estrecha con la historia de la religión católica,
que pertenece sin duda a la esencia trágica de Europa. Una
búsqueda afirmativa, amable con el catolicismo, señalada por su tradición y su
concepción de la verdad, desemboca en un auténtico pensamiento religioso,
crítico de la Iglesia, pero a su vez su deudor agradecido.
Para Vattimo, hemos entrado en
la postmodernidad, una especie de ‘babel
informativa’, donde la comunicación y
los medios adquieren un
carácter central. La postmodernidad marca la superación de la modernidad dirigida
por las concepciones unívocas de
los modelos cerrados, de las grandes
verdades, de fundamentos
consistentes, de la historia como huella unitaria del acontecer. La
postmodernidad abre el camino, según Vattimo, a la tolerancia, a la diversidad.
Respuestas
La modernidad entra en crisis
cuando la concepción de historia deja de funcionar, cuando la historia deja de
ser una representación del pasado construido por los grupos y las clases
sociales dominantes. Lo que ahora existe son imágenes del pasado propuestas
desde diversos puntos de vista. Llegando así a un relativismo histórico.
El relativismo histórico quiere
decir que no hay verdades universales o absolutas en la historia.
PROGRESO MATERIAL
Jean-Francois Lyotard
Filosofo francés nacido en
Versalles en 1924 y muerto en París en 1998. Antes de abordar el estudio de la posmodernidad
en 1970, fue miembro del grupo “Socialismo o barbarie”, un grupo de la
izquierda crítica conformada por intelectuales franceses iniciado en 1956,
durante las revueltas de Hungría que se oponían al stalinismo del comunismo
soviético.
Lyotard fue profesor emérito en la
Universidad de Paris y miembro del Colegio de Francia. Entre sus obras figuran:
Economía libidinal (1974), La condición posmoderna (1979), La diferencia
(1983), La confesión de Agustín (obra póstuma e incompleta), La posmodernidad
explicada para niños.
En su primera
obra, La fenomenología (1954), entabló una polémica con las
teorías semióticas y estructuralistas.
Lyotard criticó la
supremacía que toda la tradición filosófica occidental desde Platón ha
concedido al discurso. En Discurso, figura (1971) mostraba la
existencia de un espacio alternativo al discursivo-representativo: se trataba
de un espacio figurativo en el que la esencial opacidad de las imágenes que lo
constituyen oponía resistencia a cualquier intento de traducirlas en términos
discursivos y comunicativos.
A través del análisis
de este fenómeno, mediante un pensamiento afirmativo basado en el deseo (Economía
libidinal, 1974), se hace explícita su crítica a la teoría de Marx sobre la
alienación que produce el capitalismo. De hecho, no se trata de buscar una
alternativa única a la constante y progresiva desnaturalización generada por el
capital, sino de demostrar cómo, debajo de este último, actúa una economía del
deseo que da lugar a varias pulsiones.
Con La
condición postmoderna (1979), superó este planteamiento: la época
posmoderna se caracteriza por la decadencia de la legitimación de varios
niveles de existencia a través de los "grands récits" y por la
emergencia de una multiplicidad de lenguajes irreductibles entre sí. A través
de la elaboración de una teoría del lenguaje que se basa en la constatación de
la inconmensurabilidad de los múltiples juegos lingüísticos, llegó a defender
la necesidad de formular una nueva teoría del juicio de valores, partiendo del
modelo kantiano. Otros títulos de su producción son A partir de Marx y
Freud (1973), Instructions païennes (1977), Au
just (1979, en colaboración con Thébaud), El desacuerdo (1983), El
entusiasmo (1986) y Moralidades posmodernas (1993).
Respuestas
Bajo una mirada pesimista, propia de la posmodernidad
Lyotard hace una crítica al concepto de razón y de sujeto que impera en la
modernidad. Frente a la idea del progreso la posmodernidad establece una
ruptura, rechazando, cuestionando que en la historia se encuentre una
linealidad temporal.
Los metarrelatos, en los cuales
se apoyaba Lyotard, son relatos explicativos que tratan de legitimar un mundo
racional lleno de promesas metafísicas.
La sociedad moderna explicaba el
progreso cuando diversas áreas del ser
humano avanzaban a un desarrollo lineal
por la esperanza de un futuro mejor.
La razón instrumental consiste en
la razón pragmática y técnica que
persigue fines inmediatos propios de una mentalidad tecnócrata y modernos.
Encaminada a conseguir fines materiales, empleando para ello las herramientas
adecuadas desde el punto de vista técnico y económico, plantea entonces una
crítica a la razón instrumental, si se supone que está al servicio de la
humanidad, de sus ideales de felicidad, de justicia, libertad, etc, acaba por
convertir al ser humano en esclavo de la máquina.
La razón instrumental, encamina
al dominio de la naturaleza, no ha conducido a la emancipación, sino a la
explotación del hombre. El industrialismo capitalista, con la estandarización de
la producción ha posibilitado la caída del sujeto.
Ejemplos de acontecimientos que
cita el autor Jean-François en determinadas fechas y lugares.
Auschwitz
Fue un complejo formado por
diversos campos de concentración, de experimentación médica y de exterminio en masa de prisioneros,
construido por el régimen de la Alemania nazi tras
la invasión de Polonia de 1939. Lugar Polonia, fecha desde la apertura en mayo de hasta el 27 de enero de 1945.
Budapest, 1956
La Revolución húngara de 1956 fue un movimiento revolucionario espontáneo de alcance nacional contra el gobierno de la República Popular de Hungría y sus políticas impuestas desde la Unión Soviética, que duró desde el 23 de octubre hasta el 10 de noviembre de 1956.
Crisis 1929
La llamada Gran Depresión se
originó en los Estados Unidos, a partir de la caída de la bolsa del 29 de octubre de 1929 (conocido como Martes Negro,
aunque cinco días antes, el 24 de octubre,
ya se había producido el Jueves Negro),
y rápidamente se extendió a casi todos los países del mundo.
Su duración depende de los países
que se analicen, pero en la mayoría comenzó alrededor de 1929 y se extendió
hasta finales de la década de los años treinta o principios de los cuarenta.
“Mi filosofía de
vida”
Mi nombre es Ángeles
Berenice Rojas Moreno, describiendo quien o como soy, podría decir que siempre cuento con esperanza y disposición
para poder tener progreso en la vida, busco no solamente mi bien, sino también
el de los demás. Me esfuerzo en como cumplir mis metas de tener un futuro
mejor para las generaciones que vienen y
para la mía, por medio de valores y ejemplo de ayuda solidaria. Definitivamente a la corriente filosófica a
la que me apego es la filosofía existencialista.
Rojas Moreno Ángeles
Berenice
“Todos buscan un
maestro perfecto; lo que pasa es que los maestros son humanos”
Paulo Coelho
Mi filosofía de vida se basa en
la frase anterior, la cual partiendo en la búsqueda natural que tenemos los
seres humanos de tener algo que seguir, algo en lo cual creer, buscamos
diversas corrientes e ideas que satisfagan, no al cien por ciento, nuestro
deseo, pero si parcialmente. Con todas
esas ideas que la filosofía aporta acerca del principio de la vida y de las
respuestas a los por qué, podemos indagar y tomar ciertos aspectos que vayan de
acuerdo a lo que pensamos y a lo que nos han enseñado. Lo segundo tratado en la
frase toma su lugar cuando ya teniendo plena confianza del deseo por creer en
algo, es vital conocer aquello, saber su origen y su fin. Algo en que creer se
basa en ideas e interpretaciones de hombres. Hombres que si bien tuvieron
amplio conocimiento, sabiduría e iluminismo, no fueron más que pensadores de su
tiempo. En mi vida es una realidad no basarme en ideas y filosofías humanas,
sino divinas, creo en un Dios, en un maestro que es sobretodo Jesucristo, en el
cual se expresó la máxima plenitud de Dios, el único Dios. Respondiendo a la
pregunta de quién soy, yo soy una hija de Dios, una persona llamada y escogida,
con un propósito específico que cumplir en este tiempo en la Tierra, no pertenezco
a este mundo y sé que mi estancia es pasajera, que todo esto que ahora veo,
estas palabras que he estudiado a lo largo del curso van a pasar, pero nunca la
Palabra de Dios, por más refutada que este, por más criticada u odiada, nadie
ha podido vencerla. Y he de aclarar que no estoy hablando de religión, ni me
considero una persona religiosa, me considero que tengo una relación personal
con mi Señor, sin ataduras, sin miedo, sin requisitos que cumplir, sin
mediadores humanos, sino con plena confianza y en amor. Quién soy, soy una
mujer, una sierva de Dios, un instrumento escogido diseñado para alabar, para
honrar, para adorar, para que en mí se forme el carácter de Cristo, para que en
mí empiece y concluya una obra que Dios empezó. Soy un ser espiritual, soy un
ser que tiene esperanza después de la muerte, una gloria eterna, un gozo
interminable, una recompensa sin medida, soy una persona tremendamente
bendecida, en este tiempo en la que el relativismo de la verdad es tan fuerte,
yo me levantó creyendo en una sola verdad, en la verdad absoluta de la Palabra
de Dios, en Jesucristo el único camino para llegar a Dios y la única verdad.
Mis valores se centran en el amor principalmente, en la esperanza, en la
verdad, en la fe, en la seguridad de que tengo un Dios todopoderoso que tiene
planes de bien para mi vida, que sobre todas las cosas, las circunstancias de
mi vida, sé y tengo plena seguridad de que todo es para bien. En eso se centra
mi vida, la cual denomino Cristocéntrica, me declaro en contra de cualquier
otra postura fuera de la Palabra de Dios, cualquier interpretación en mi
opinión está de más. Mi fortaleza, mi confianza, mi futuro y mi presente se
basan en lo que Él es. Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas, a Él
sea la gloria, porque el vivir para mí es Cristo y el morir es ganancia. El es
mi maestro, mi ejemplo a seguir, la perfección, el ser más grande, lo mejor que
me ha pasado, la mejor decisión. Haberlo aceptado como mi Salvador, como el Rey
de mi vida, por medio de su sacrificio, no existe mejor experiencia dentro de
cualquier tiempo, Él es el Principio y el Fin, el Alfa y el Omega, el que sana
mis heridas, el que me fortalece y todo lo que he hecho, lo que he logrado, si
es que algo he ganado, es por Él y para Él, para su gloria. Creo que en mi vida
es invalido el dicho de que todo en exceso es malo, creo que el disfrutar de su
presencia y estar embriagado en ella, no es suficiente, no existe exceso porque
en su presencia hay plenitud de gozo. Mi anhelo ferviente es que cada persona
tenga una relación personal con Jesucristo, ojo que no estoy diciendo que tenga
una religión o que se convierta al cristianismo, sino que en verdad conozca al
Dios verdadero, un Dios de AMOR y no de condenación, ni de temor. Amo mi vida,
y la vida que tengo en Él. Mi vida se basa en el amor, en el amor primeramente
a Dios y el amor a mi prójimo, porque en eso se resume todo: AMOR.
Roque Marín Perla
Joselyn
Referencias
Gustavo Escobar Valenzuela
Grupo Editorial Patria
Primera reimpresión
México, 2013
México, 2013
- http://www.buscabiografias.com/bios/biografia/verDetalle/1219/Friedrich%20Nietzsche
- http://www.filosofia.net/materiales/tem/nietzsche.htm
- https://es.wikipedia.org/wiki/Reencarnaci%C3%B3n#Religiones_orientales_y_tradiciones
- http://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/heidegger.htm
- http://es.wikipedia.org/wiki/Gianni_Vattimo
- http://www.webdianoia.com/contemporanea/nietzsche/nietzsche_bio.htm